Un mes sin humos

El árbitro pita el final de la primera parte del Madrid- Sevilla y Fernando, un cliente del bar, sale para poder fumar un cigarro. “Era algo con lo que llevaba soñando 45 minutos porque ver fallar tantas veces a Benzema sólo hace que tenga más ganas de fumar”,explica.

Fuente: TECNAS S.L

Desde hace un mes, al igual que Fernando, los fumadores de España se están teniendo que habituar a no poder fumar dentro de los bares y restaurantes. La Ley Antitabaco, que entró en vigor el 2 de enero, prohibe el tabaco en dichos lugares, provocando que los fumadores tengan que salir a la calle para poder disfrutar de un cigarro.

Se trata de una de las leyes más polémicas de los últimos tiempos que ha provocado la división de la opinión pública y está generando importantes pérdidas dentro del sector hostelero. El más perjudicado es el pequeño bar de barrio, ese que lleva abierto toda la vida y que como consecuencia de la ley, ve bajar sus ingresos de una forma alarmante.

Los fumadores entienden que una cerveza o un café van siempre unidos a un cigarro y, como consecuencia de la entrada de la nueva ley están comenzando a bajar el número de consumiciones que realizaban dentro del bar. “Si no puedo fumar mientras me tomo una caña con mi marido, en lugar de dos me tomo una”, comenta Isabel, una bibliotecaria que lleva fumando treinta años.“Desde hace un mes no voy a desayunar a la cafetería durante el descanso de mi trabajo porque, si tengo que elegir entre el cigarro y el café, me quedo con el tabaco”,dice.

Pero dentro de los fumadores hay personas contentas con la medida, como Rocío, una joven diseñadora madrileña que opina que “ la ley es una gran idea, porque seré fumadora, pero no soportaba salir de un bar con olor a tabaco en toda mi ropa, ni entrar en uno con una nube de humo por oxígeno”.

Dentro del sector de los no fumadores existe una clara división de opiniones. Si bien muchos dicen encontrarse encantados con la medida por no tener que soportar el humo de los demás, otros son completamente contrarios. “No soy fumador, pero considero que los fumadores tienen derechos, si no es ilegal no debería de prohibirse su consumo en bares y cafeterías”, explica Miguel, otro consumidor que piensa que “la ley es excesivamente restrictiva” y que “con una medida intermedia se podrían haber conciliado ambos sectores”.
 

                                                                               Fuente: elaboración propia
 

Importantes pérdidas

Ha pasado un mes desde su entrada en vigor y los bares empiezan a valorar las consecuencias que la medida está teniendo en su negocio. “Calculo que mis pérdidas son de entre un 30 y un 40% de mis ingresos”, subraya Miguel, dueño de El Jamón, un pequeño bar del centro de Madrid.

“Ya he tenido que despedir a un camarero que venía de refuerzo durante el fin de semana y a una cocinera”, señala Manuel, dueño del Lizarran, un bar de tapas que sirve comidas y que ahora casi no sirve desayunos. Además han desaparecido hábitos como el de la sobremesa. “Como mucho se toman un café en la barra después de comer, para poder fumar mientras se lo sirves”, confiesa Manuel.

                                                                               Fuente: elaboración propia

Los pequeños bares sufren una doble pérdida. Por un lado, los clientes habituales siguen yendo a sus locales pero han bajado drásticamente sus consumiciones. La necesidad de fumar un cigarro provoca que se sientan incómodos y que no les compense quedarse en el bar más tiempo del necesario. Por otro lado, la crisis económica que afecta a España implica que la tendencia sea reducir el gasto, lo que conlleva que no se salga como antes a tomar el aperitivo.“No era el momento de tomar una media así”, explica Gonzalo ,dueño de La Mina, un bar típico de Madrid de aperitivos y uno de los más antiguos de la zona.

La situación no mejora los días de partido. En muchos casos, los clientes se han decantado por comprar el partido para poder verlo en casa y así poder “beber y fumar mientras disfruto del fútbol”, comenta Pedro, un cliente del bar.

Según un estudio realizado por LA VIÑA, la Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid, “el 75% de bares y cafeterías registran pérdidas del 28% de la facturación motivadas exclusivamente por la Ley Antitabaco y en el 60% de los bares se ha producido el mismo porcentaje de descenso de los clientes. Por eso en el 26% de ellos ha disminuido la plantilla de trabajadores”, explica la responsable de comunicación de esta asociación, Marga Miguez Casal.

Las cifras empeoran cuando se trata de pequeños locales,  “los establecimientos sin asalariados se llevan la peor parte al sufrir una media del 39% de bajada de facturación, al que debemos sumar un descenso del 12% motivado por la crisis económica”.

Una solución para no perder clientes

Fuente: TECNAS S.L

Una posible solución que los dueños de los establecimientos están adoptando para evitar la pérdida de clientes es el uso de estufas en las terrazas. Su colocación ,cada cuatro o cinco mesas, permite hacer frente al frío del invierno. El director general de TECNAS S.L, Eduardo Hernández, dice que “han aumentado diez veces las ventas desde la entrada de la ley”.

El dueño del bar Oh! Mandril, Toñín, es uno de los pocos bares del barrio de Chamberí que se ha decantado por poner estufas en su famoso local. Explica que han colocado las estufas “desde el primer momento para intentar sufrir la menor pérdida posible de clientes y consumiciones”, pero asegura que “cuando el frío aprieta ni las estufas sirven”.

                                                                                                                        Fuente: elaboración propia

Sin embargo, la mayoría de los bares de la zona están a la espera de ver como se desenvuelve la situación. Mantienen la teoría de que prefieren esperar un poco y comprobar el tiempo que durará el frío, ya que con la bajada de la facturación que están experimentando no podrían permitirse realizar un gasto que, más tarde, no llegaran a amortizar.

Otro de los problemas que tienen que afrontar los bares es la obligación de pagar el impuesto por terrazas. Se trata de una tasa municipal que, sumada al coste de climatización de las terrazas, implica un importante desembolso económico para un sector actualmente en crisis.

La Comunidad de Madrid anuncia ayudas

La Comunidad de Madrid anunció, el 20 de enero, una ayuda dotada con 600.000 € para bares, cafeterías y restaurantes. Su objeto es subvencionar hasta el 40% de los gastos causados por la nueva climatización que tengan que instalar en sus terrazas.

El vicepresidente y portavoz regional, Ignacio González, declaró, durante una rueda de prensa que tuvo lugar el 20 de enero, que "el objetivo de estas ayudas es que las terrazas puedan funcionar la mayor parte del año a diferencia de que lo que hasta ahora ocurría, que solo funcionaban en primavera y verano. Se pretende que estos establecimientos puedan aumentar su actividad comercial, ofrecer sus servicios en el exterior todo el año e incrementar las ofertas al turismo".


                                                                                Fuente: elaboración propia

La Federación Española de Hostelería (FEHR) comenta que “valora positivamente cualquier tipo de ayudas que puedan intentar paliar la pérdida de clientes y de consumiciones”.

Por su parte, el gerente de la asociación LA VIÑA, Juan José Blardony, afirma que "nosotros estamos muy satisfechos porque en unos momentos económicos muy delicados como en los que nos encontramos, realmente la Comunidad de Madrid apuesta y apoya a la hostelería madrileña, y en concreto a todos los establecimientos que tienen terraza, para que puedan acceder a unas ayudas que, verdaderamente, van a facilitarnos el poder prestar un mayor servicio a los ciudadanos".

Pero se trata de una medida que sólo favorecería a aquellos locales que puedan poner terrazas de veladores, lo cual excluiría a más de la mitad del sector hostelero. Tal y como señala Blardony se trataría de un "porcentaje de mínimos, en torno a un 10 o 45 por ciento de los establecimientos, según la legislación actual".

Las asociaciones de hosteleros se movilizan

La Federación Española de Hosteleros (FEHR) ha iniciado una recogida de firmas en la que se pide que se suspenda con carácter inmediato la aplicación de la nueva Ley Antitabaco, por considerar que causa un grave daño económico al sector.

La recogida se está realizando a través de las asociaciones que forman parte de la FEHR. Estas entidades están distribuyendo a sus bares hojas para conseguir más de 500.000 firmas que serán llevadas al Congreso. Piden que se suspenda la ley para que se pueda empezar a negociar un cambio en la normativa semejante a la propuesta que realizó el PP antes de la aprobación de la ley. La FEHR quiere “ crear espacios sin humo dentro de los locales, completamente independientes del resto del espacio, al que no podrían acceder los menores ni con autorización de sus padres. Los baños se encontrarían en la zona de no fumadores, por lo que los clientes en ningún caso se verían afectados por el humo de los demás”.

Ante la iniciativa de la recogida de firmas, la FEHR afirma que “pese a que no conoceremos los datos hasta mediados de febrero, cuando realizaremos un primer recuento, nos han comunicado que la respuesta está siendo muy positiva.”